jueves, 13 de enero de 2011

Matemáticas criminalísticas


En estos tiempos, donde las ideas originales son pocas, donde el cine está lleno de remakes y adaptaciones de exitosas o desconocidas novelas, donde las ideas para nuevas series y películas surgen de nociones tan simples como los usos mágicos que se le pueden dar a una capa o lo que hacen los policías cuando persiguen a pie a criminales, es difícil encontrar algo nuevo en el mundo audiovisual.

Con la falta de innovaciones en el cine, los creadores se han dedicado a darle un uso comercial y ficticio a los diferentes oficios o disciplinas que llenan nuestro planeta. De ahí sale una serie como Breaking Bad, que surge como una apología para los químicos, y nos muestra que no sólo son personas que viven en un laboratorio, si no, que también su oficio puede ser usado como parte de una historia de narcotráfico, redención y auto-descubrimiento.

De una de estas ideas tan básicas surge The Oxford murders, película escrita y dirigida por Alex de la Iglesia y basada en una novela de Guillermo Martinez. Una película que nos enseña el mundo de los matemáticos existencialistas de la prestigiosa universidad inglesa. Sólo que en este caso, las matemáticas sirven para algo más que sólo probar si el mundo está ya predeterminado, o si las secuencias de números nos tienen una sorpresa guardada; pues sirven para descubrir la identidad de un asesino serial.

La película gira alrededor de unos extraños asesinatos en las instalaciones de Oxford, y nos muestra al alumno y al maestro (Elijah Wood y John Hurt), personas con opiniones diferentes sobre las matemáticas, intentar descubrir al asesino usando nada más que la lógica numérica.

La película se sustenta en un buen guión, enredado, inteligente y sin miramientos para el espectador, basado en la simple premisa: la explicación más simple normalmente es la correcta.
Apoyado con sólidas actuaciones y con una fotografía compleja, especialmente con un plano secuencia para descubrir el primer asesinato, la película nos brinda más de lo que esperamos, es una grata sorpresa y es un buen guión para usarse en diversas clases sobre la materia.

Finalmente es una buena película, que nos enseña que los matemáticos, también tienen un uso en el mundo de la ficción, pero mejor que en Numbers. Lo siento, Ridley.

PD: quiero hacer mención al genio de la publicidad, que en el poster oficial para latinoamérica, nos brinda una maravillosa ecuación: Lógica al cuadrado + (misterio) / amor = Asesino. Simplemente genial.

2 comentarios:

El inquilino dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El inquilino dijo...

Suscribo lo que dices: usar oficios o mejor dicho, dramatizar el uso de los oficios en el cine o la tele, pese a parecer una solución fácil, requiere en primer térmido de: género. Por tanto: degenerar los oficios cinematográficamente hablando, es un buen punto de vista actual para contar historias. :D Muy buena crítica. Saludos.

 
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